Sin ninguna duda podríamos decir que el 2023 ha sido el año de la democratización de la Inteligencia Artificial, apareciendo múltiples herramientas que la acercan al público general.
Pero, a parte de eso, el uso de la inteligencia artificial ha llegado a todos los ámbitos, generando herramientas de diagnóstico, de análisis e incluso de toma de decisiones que podrían aplicarse a cualquier empresa.
Pero… ¿hasta que punto es esto fiable?
Hoy en día el gran reto se sitúa en desarrollar IAs responsables y de confianza, que aprendan correctamente a través de los datos que les hemos entregado. El desarrollo de IAs responsables debe tener en cuenta la eficiencia, la empatía, la diversidad, la igualdad o la seguridad a la hora de ejecutar acciones.
Por otro lado, estas tecnologías nos permiten organizar y procesar datos para optimizar procesos y mejorar su calidad, reduciendo los tiempos hasta en un 50%, lo que resulta en un aumento significativo de la productividad en diversos sectores, desde el marketing hasta la medicina, finanzas hasta la atención médica y la conducción autónoma. La IA está pasando a tener un profundo impacto en casi todos los aspectos de nuestra vida, transformando nuestra sociedad y nuestras vidas de maneras asombrosas.
Es esencial que los desarrolladores trabajen activamente crear IA responsables y de confianza. Además, las organizaciones y los reguladores deben establecer estándares éticos sólidos para garantizar la transparencia en su desarrollo y uso.